1001 Caras de Didi #EscribeTuPropiaHistoria

Noviembre 30, 2016 5:15 pm

No tienes que ser Madonna para estar constantemente reinventándote. Uno reinventa su historia cada día, sólo necesitas el coraje para atreverte a dar ese primer paso hacia tu nuevo yo; tu verdadero yo.

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Todos saben que generalmente yo soy una chica feliz, le sonrío a la vida constantemente y trato de crear mis propios rayitos de sol incluso cuando la niebla llega para opacar todo en Lima la gris. Soy humana, no todo el tiempo estoy feliz como lombriz. He pasado momentos de desesperación, sufrimiento, angustia, dolor, pánico, estrés, duda, soledad. Uff, la lista puede seguir. Suelo sonreír, sí, pero tengo muchas facetas, muchas caras. Les contaré un poco de mi historia.

Al terminar el colegio yo quería estudiar animación y trabajar en los Walt Disney Studios, pero si tomaba esa decisión iba a tener que estudiar y vivir el resto de mi vida afuera. Toda mi infancia viví de país en país, cambiando constantemente de colegio, amigos y lejos de mi familia ya que mi papá era diplomático. Por eso tenía otro sueño; llevar una vida en la que estuviera cerca de mi familia, salir a estudiar un tiempo fuera fresh pero… ¿vivir forever and ever afuera? No, no era lo que quería. Por eso decidí estudiar arquitectura aquí en Lima, una carrera que me gustaba, aunque no era mi verdadera vocación. Era una carrera creativa, en la que podía tener un diploma universitario y hacer algo más artístico. Así ingresé a la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP en el 2007.

Así comenzó mi aventura llena de altibajos (énfasis en bajos). Fueron seis años de carrera, en la que desde el primer ciclo tenía incontables noches sin dormir, lloraba por la falta de sueño que jugaba bromas con mi cerebro, terminé con varios enamorados,  me tiraron maquetas al piso y una profesora a la que llamaremos Cruel De Vil (y sí, hasta el cabello negro y blanco tenía) me dijo frente a todos -“tu proyecto es una porquería, siguiente“. Broder, nunca olvidaré esas palabras, tenía pesadillas las siguientes semanas, hasta empecé a ver una psicóloga y agregar más hot dogs a mis hábitos diarios. Sin mis amigos no habría sobrevivido esa carrera, fueron lo mejor de mi vida universitaria. Cruela De Vil me jaló ese ciclo, luego de humillarme. Mis amigos me llamaron loca cuando volví a meterme con ella el siguiente ciclo. ¿Porqué meterte con una profesora que evidentemente te odia? ¿Por qué hacerte pasar por ese sufrimiento? Porque quería probarle no sólo a ella, sino a mi misma que yo podría. Fui la primera de su clase ese otro ciclo. Tenía profesores que en más de una ocasión me decían -“necesitas un milagro para pasar, mejor ni te molestes en entregar”. Era como si tuviera un cohete en la espalda y le encendieran la mecha. Cuando las personas me dicen “no puedes” solo me dan aún más ganas de lograrlo. Y así terminé la carrera. Con muchas lágrimas, sangre y sudor. Mis manos eran más restos de silicona que piel, mi espalda estaría fregada de por vida de todas esas amanecidas maqueteando, pero no importaba porque lo logré.

Hoy no ejerzo como arquitecta, pero no porque me rendí. Todo lo contrario. La idea del blog nació de un momento de desesperación que tuve cuando hacía mi tésis. Estaba tan frustrada que me di cuenta que no disfrutaba de nada en mi vida, sólo dejaba que el estrés me inundara toda. ¿Qué hice? Tomé la decisión de ser feliz y darme un ciclo sabático de la tesis para volver a dedicarme tiempo a mi. En ese momento empecé el blog, terminé con otro novio (con el que las cosas no funcionaban), comencé a entrenar en el gimnasio (desde ese día no he parado), hacer más tiempo para mis amigos y familia y simplemente disfrutar de mi vida. Yo pensaba que vivir estrenada haría que terminara más rápido la carrera y luego encontraría un trabajo para ganar dinero, viajar, empezar a armar una vida para mi y ser feliz. Pero…no tiene caso ser miserable ahora para “ser feliz después”. Uno tiene que disfrutar cada día. Dolce Placard nació en ese momento, en el que decidí enfocarme en mi, en tener un estilo de vida más saludable, cuidarme, disfrutar de las cosas que hago, compartir con otros mis lecciones del día a día y mis pasiones. Hoy mi blog dejó de ser un hobby, a ser mi trabajo de tiempo completo. Me dedico a lo que amo y ha crecido a ser una plataforma en la que puedo inspirar a otras personas a seguir sus propios sueños.

Ahí tienen un vistazo más cerca a quién es Didi y sus 1001 caras. Una cara triste o angustiada puede ser poco grato, y no muy característico mío, pero no es algo malo pues simboliza una lección. Algo que me tocó vivir, aprender y superar. Si lo veo de ese modo, entonces es algo bueno. Recuerda que para lograr alcanzar todos esos sueños antes que nada debes estar TÚ DE TU LADO. Toda tú; tu sonrisa de tu lado, tu fuerza de tu lado, #TuCabelloDeTuLado. Cree en ti pues es el primer paso a algo grande.

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Así pues animé a asumir el reto de Sedal de #EscribeTuPropiaHistoria. Yo de verdad pienso que todas tenemos historias que contar ya que todos pasamos por diferentes obstáculos en nuestras vidas. Pero la historia no está en esos obstáculos, sino como los vencemos. ¡Queremos oír tu historia! Anímate y cuéntamela. Quizás inspire a alguien más a seguir sus propios sueños. Además te puedes ganar uno de los 5 kits de maquillaje que Sedal tiene para tí. Haz clic aquí y #EscribeTuPropiaHistoria. No tiene que demorarte mucho y uno de esos cinco kits puede ser tuyo #TuCabelloDeTuLado.

Espero les haya gustado el post, mucha suerte con el concurso. Muero por leer sus historias.

-Didi

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