Standing Ovation

Estas últimas semanas he estado viendo Glee en Netflix. Una parte de mi se identifica mucho con Rachel Berry. A quien no lo seduce el spotlight. De chica siempre me metía en teatro en el colegio y también era un poco egocéntrica, superficial y molesta. Igual que Rachel. ¿Qué adolescente no lo era? Quería encajar; tenía el autoestima por los suelos, me sentía fea, quería usar la misma ropa que los demás, ser invitada a las fiestas y ser amiga de las “chicas populares” del cole. Recuerdo que una vez me reí de una chica a la que le dijeron fea sólo por querer caerles bien a esas chicas, y esperando que así a mi no me hicieran bullying #MejorEllaQueYoPensé. Tengo una terrible memoria y me olvido de muchas cosas, pero el recuerdo de ese incidente me persigue hasta hoy, haciéndome sentir como el peor ser humano del mundo. Nunca lo he olvidado.

Es una pena que todas las lecciones de que esas cosas superficiales no importan, las aprendes cuando ya estás casi con un pie fuera del colegio. Tarde o no, el punto es que las aprendes. Si no me daba risa que le dijeran fea a esa chica… ¿porqué me reí? ¿por qué no las detuve? Un serio problema de orden de prioridades. Hoy, ya las tengo en orden. Tengo cero tolerancia para el bullying #DontMessWithOtherDontMessWithMe, celebro mis diferencias y las de los demás (mientras más distintos somos mejor), no me interesa caerle bien a todo el mundo, sólo tener algunos cuantos grandes amigos en los que sé que puedo confiar, no me importa usar ropa por la marca que sea, me importa si me gusta #Punto y tengo autoestima. Sí, he crecido y cambiado mucho con los años, todos lo hacemos. De chica quería una ovación por todas las razones equivocadas, me tomó tiempo pero aprendí. Ese momento en el que aprendí empecé a tener esas ovaciones, no sólo de otros sino de mí misma. Por que estoy orgullosa de quién soy, lo que hago y lo que defiendo.

Ph. Santiago García Arrué

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Sé que es post puede haber sido medio denso y emocional, pero es chistoso cómo una serie de chicos cantando canciones de Broadway puede ayudarte a reflexionar tanto sobre ti mismo y las cosas que son realmente importantes. Si todavía estás en el colegio y te sientes como yo me sentía, presionado a ser la peor versión de ti sólo por que crees que te traerá cosas que crees te harás felices. Te recomiendo que des una mirada hacia dentro y te preguntes -“¿Es realmente esto lo que me hace sentir más grande?”. No tengas miedo de dejar lucir quien realmente eres, de defender lo que crees correcto y dar la cara por lo que realmente te hace feliz. No seas alguien que no eres sólo por querer encaja, creyendo que eso te hará feliz. Serás feliz el día que te sientas bien contigo mismo, así que empieza por ahí. El sentirte grande, como si te dieran ese “standing ovation”no viene de otros, sino de ti mismo.

Buen comienzo de semana. Los dejo con eso en la cabeza y les mando un beso enorme. Si ustedes se sienten o han sentido así, coméntenlo abajo y muestren a los demás que no están solos. Es normal, pero demuestra que tu puedes crecer antes de que yo lo hice. Ahora sí, besito. I’m out!

-Didi